martes, 29 de julio de 2014

MUNDO REAL



El mundo real no es un inmenso agregado de fenómenos sencillos y lineales, sino un conjunto de organismos y entidades complejas interrelacionadas.


Es una complejidad organizada que demanda una visión sistémica para ser abordada, así como una metodología ordenada para su estudio.


La noción de sistema sirve para el estudio de las situaciones complejas que generalmente se perciben a primera vista como situaciones complicadas, confusas o enmarañadas.


Una serie de disciplinas en las que aparecen sistemas complejos pueden llegar a modernizarse a partir de la noción de sistema.


La condición previa al uso adecuado de la noción de Sistema es la adquisición de una visión sistémica, o sea, no reduccionista. Esto implica considerar al mundo real no sólo como un inmenso agregado de fenómenos sencillos y lineales, sino también como un conjunto de organismos y entidades complejas e interrelacionadas.


El contenido de la visión sistémica podría sintetizarse en primera aproximación en la forma siguiente:


  1. Percepción de la naturaleza de entidad del sistema, o sea de su identidad claramente distinta del resto del universo. Así se llega a distinguir al sistema, dentro de su entorno. El entorno del sistema es el universo entero, pero sólo es realmente significativa la parte del universo con la cual mantiene intercambios de cierta importancia y de manera más o menos frecuente.
  2. Reconocimiento de la funcionalidad propia del Sistema y de la naturaleza de su originalidad respecto del entorno. Esto implica contestaciones a las preguntas: ¿Qué hace la entidad?, ¿Qué produce?, ¿Cuáles son sus metas?
     
  3. Apreciación correcta de la dependencia del Sistema respecto al entorno y de la naturaleza precisa de esta dependencia. Sería un error confundir la noción de autonomía con la muy distinta, de independencia. Todos los sistemas son autónomos, o sea, se manejan según leyes internas propias. Pero esto se cumple sólo hasta cierto límite. La independencia absoluta implicaría la ausencia también absoluta de intercambios con el entorno y se trata evidentemente de un caso puramente teórico.
     
  4. Percepción y entendimiento de la complejidad interna del Sistema y de la organización de esta complejidad. El sistema se compone de numerosos elementos organizados en grupos (o subsistemas). Cada grupo tiene por lo general una estructura y una funcionalidad propia y constituye a su vez un sistema, cuyo entorno inmediato es el sistema del cual es parte. La complejidad tiene aspectos estructurales y otros funcionales.
     
  5. Descubrimiento de los caracteres dinámicos del Sistema. Entre éstos han de señalarse en particular: - su carácter generalmente no lineal y las discontinuidades bruscas que suelen manifestarse en sus transformaciones. - su capacidad de transformación y las modalidades por las cuales se manifiesta. - la estabilidad dinámica que suele mantener durante períodos largos (en escala de su propia duración). - su carácter transitorio (equivalente, en las ciencias biológicas a “mortal”).